Reina la paz en un pequeño instante a media noche, cuando la oscuridad y el silencio se enredan y se vuelven como densa niebla.
En un momento furtivo, la luna es testigo del delito que cometen dos jóvenes inocentes al dejarse engatusar por los pensamientos que revolotean entre ellos, después de haberse dejado seducir por la calma nocturna que les rodea.
Aquellos jóvenes cuyos corazones aún no han probado el amargo dolor de una promesa sin cumplir, de un amor acabado, cometen el error fatal de prometerse bajo el cielo infinito que la magia que les orea las sienes cuando están juntos no se agotará nunca.
Dichosa la luna por no haber intervenido en el momento aquel para evitar que las mareas del viento tengas que arrastrar aquellas palabras con sabor a sal con poco azúcar.
En un momento furtivo, la luna es testigo del delito que cometen dos jóvenes inocentes al dejarse engatusar por los pensamientos que revolotean entre ellos, después de haberse dejado seducir por la calma nocturna que les rodea.
Aquellos jóvenes cuyos corazones aún no han probado el amargo dolor de una promesa sin cumplir, de un amor acabado, cometen el error fatal de prometerse bajo el cielo infinito que la magia que les orea las sienes cuando están juntos no se agotará nunca.
Dichosa la luna por no haber intervenido en el momento aquel para evitar que las mareas del viento tengas que arrastrar aquellas palabras con sabor a sal con poco azúcar.
Es poético, narrativo, un cóctel de sensaciones, una composición miscelánea de momentos, sabores y palpitaciones ocultas del corazón humano. Aunque habitualmente las palabras sean llevadas por el viento del olvido, las que verdaderamente importan caen como losas en el tiempo. Saludos!
ResponderEliminarGracias por un comentario tan bello, cosas así hace que seguir con el blog merezca la pena :)
EliminarQue bien narras. Es muy curiosa la última frase: ``con sabor a sal con poca azúcar.´´ Me encanta.
ResponderEliminar¡Gracias! ^^
EliminarPrecioso...
ResponderEliminarGraciaas ^^
EliminarMe gusta mucho tu estilo, no es forzado pero tampoco simplón. Sigue escribiendo, dicen que la práctica hace al maestro.
ResponderEliminarUn saludo!
Gracias :) es genial que te guste mi froma de escribir, ¡gracias por dar tu opinión!
EliminarUn relato muy curioso porque has convertido una situación que se supone que es romántica (la de dos jóvenes prometiéndose amor) en una situación que expresa que aunque lo hagan, posiblemente no podrán cumplir su promesa. Le has dado la vuelta a la escena :)
ResponderEliminar¡Un saludo!